Tiempo de lectura: 8 minutos
La preeclampsia es una afección que se presenta en las embarazadas. Ella ocasiona hipertensión arterial en la madre y puede causar eclampsia (convulsiones) y otros problemas graves.
En el bebé puede dar como resultado problemas de crecimiento, parto prematuro y muerte del recién nacido. Afecta a uno de cada 25 embarazos.
ÍNDICE
¿Qué es la preeclampsia?
La preeclampsia es una afección que puede desarrollarse durante el embarazo. Ella aumenta su presión arterial y puede afectar sus riñones, hígado, cerebro y placenta. También puede afectar a su bebé.
Además de la preeclampsia, hay otras dos razones principales por las que usted podría tener hipertensión arterial durante el embarazo.
En primer lugar, quizás su presión arterial haya estado alta cuando quedó embarazada –a veces, la hipertensión arterial de larga duración (hipertensión crónica) se diagnostica por primera vez durante los chequeos de rutina que se hace cuando está embarazada. Si usted padece de hipertensión crónica tiene un riesgo mayor de desarrollar la preeclampsia.
El otro tipo de hipertensión arterial durante el embarazo se conoce como hipertensión inducida por el embarazo (HIE). Esto es cuando la hipertensión arterial se desarrolla después de 20 semanas de embarazo, pero usted no tiene los demás signos de la preeclampsia y su presión arterial se normaliza poco tiempo después del parto. La mitad de las mujeres con HIE antes de las 32 semanas de embarazo llegan a desarrollar la preeclampsia.
Síntomas de la preeclampsia
Durante el embarazo normal, su presión arterial tiende a disminuir en el transcurso del primer y segundo trimestres (hasta las 24 semanas de embarazo). Con preeclampsia, la hipertensión arterial aumenta después de aproximadamente la semana 20 de embarazo, y permanece alta hasta que nace el bebé.
Si usted desarrolla una preeclampsia ligera, no tendrá ningún síntoma, y con frecuencia se detecta por primera vez cuando se chequea su presión arterial y orina durante una consulta prenatal de rutina.
Si su afección está más avanzada, se le podrían presentar los siguientes síntomas:
- Dolor de cabeza intenso y persistente
- Problemas de la visión, luces centelleantes, visión borrosa, rayas, ‘moscas volantes’ o pérdida de conocimiento
- Dolor intenso justo debajo de las costillas, especialmente en el lado derecho
- Hinchazón de su cara, sus manos o pies, que se presenta de repente
- Vómitos o sensación de malestar
Estos síntomas no son siempre causados por la preeclampsia, pero si tiene cualquiera de ellos, es importante que consulte a su partera o médico de cabecera.
Complicaciones de la preeclampsia
Consecuencias de la preeclampsia para la madre
La preeclampsia no solo afecta su presión arterial: de ser grave puede ocasionar un accidente cerebrovascular, insuficiencia renal y problemas en el hígado.
Se conoce como preeclampsia porque de no tratarse puede llevar a la eclampsia. Esto es cuando usted tiene un ataque (convulsión).
La eclampsia puede presentarse en cualquier momento durante la segunda mitad del embarazo, durante el trabajo de parto o después de este. Casi la mitad de las mujeres que desarrollan la eclampsia lo hacen después de nacer el bebé, generalmente en el curso de 24 horas después del parto.
La eclampsia solo afecta aproximadamente a dos de cada 100 mujeres con preeclampsia, porque la preeclampsia puede ser tratada una vez diagnosticada.
Consecuencias de la preeclampsia que afectan a su bebé
En la preeclampsia, hay problemas con la placenta (el órgano que suministra la sangre y los nutrientes a su bebé), los cuales, unidos a su hipertensión arterial, pueden reducir el flujo de sangre a su bebé en crecimiento. De este modo su bebé pudiera no recibir suficiente cantidad de oxígeno y nutrientes.
Ello puede retrasar el desarrollo de su bebé, una afección llamada retraso del crecimiento intrauterino (RCIU). A veces esto se puede detectar durante una consulta prenatal de rutina, si su partera o médico de cabecera encuentra que su útero (matriz) tiene un tamaño menor del esperado para su etapa de embarazo.
Si el suministro de oxígeno a su bebé continúa reduciéndose, es posible que tenga que adelantarse el parto o incluso inducirlo inmediatamente. De ocurrir antes de las 37 semanas de embarazo, su bebé será prematuro.
Los bebés prematuros se encuentran en riesgo de tener complicaciones porque es posible que muchos de sus órganos (especialmente el corazón y los pulmones) no estén listos para funcionar fuera del útero. Mientras más anticipadamente nace el bebé, mayor es el riesgo de complicaciones médicas de gravedad.
Sin embargo, esto necesita ser sopesado respecto a los riesgos de que su bebé no reciba suficiente oxígeno si no se adelanta el parto.
Causas de la preeclampsia
Los médicos no saben cuál es la causa exacta de la preeclampsia. No obstante, parece comenzar por un problema con la placenta. En la preeclampsia la placenta no se ha desarrollado adecuadamente y su suministro de oxígeno es reducido.
Los médicos no saben por qué algunas mujeres desarrollan la preeclampsia y otras no, pero hay determinados factores que la ponen a usted en un riesgo mayor:
- Sus antecedentes familiares son importantes; si su madre tuvo preeclampsia, usted tiene una posibillidad de dos en 10 de desarrollarla durante el embarazo.
- Si éste es su primer bebé.
- Si tuvo preeclampsia en un embarazo anterior.
- Si ha transcurrido un período prolongado (más de 10 años) entre embarazos.
- Si está esperando gemelos o tiene otro embarazo múltiple.
- Si es mayor de 40 años.
- Si tiene otras afecciones médicas incluyendo hipertensión arterial, diabetes, insuficiencia renal y síndrome antifosfolípido.
- Si está obesa, por ej., tiene un IMC (índice de masa corporal) superior a 35.
Diagnóstico de la preeclampsia
Se le puede diagnosticar preeclampsia si su presión arterial se eleva y aparecen proteínas en su orina al hacerse chequeos prenatales, o si manifiesta síntomas de preeclampsia.
Si su médico piensa que usted tiene preeclampsia, generalmente usted tendrá que ir al hospital a hacerse más pruebas. Es posible que deba ingresar en el hospital hasta que nazca el bebé.
Probablemente tendrá que hacerse las siguientes pruebas si le han diagnosticado preeclampsia:
- Chequeos de la presión arterial aproximadamente cada cuatro horas, o con mayor frecuencia, dependiendo de la gravedad de su afección.
- Tomar muestras de orina en el transcurso de 24 horas para medir el monto exacto de proteína en su orina.
- Análisis de sangre, incluyendo riñones, hígado y pruebas de coagulación sanguínea.
- Ultrasonidos para detectar restricción del crecimiento intrauterino, flujo sanguíneo en el cordón umbilical y volumen de líquido que rodea a su bebé.
Tratamiento de la preeclampsia
La preeclampsia solo se puede ‘curar’ al nacer su bebé. No obstante, se le podrían suministrar medicamentos para bajar la presión arterial, tales como metildopa o nifedipina, que pueden ayudar a reducir el riesgo de complicaciones.
Antes del nacimiento, sus médicos y parteras la vigilarán de cerca a usted y a su bebé en desarrollo en el hospital, de modo que pueda recibir a su bebé antes de surgir algún problema grave. Si su condición es estable, es mejor esperar que el trabajo de parto comience normalmente, porque un parto inducido es más probable que se demore o provoque una cesárea de emergencia.
Si usted desarrolla una preeclampsia o eclampsia graves, se le podría indicar un medicamento llamado hidralazina o labetalol para disminuir su presión arterial. Este se le dará a través de un suero. Es posible que también le den un medicamento llamado sulfato de magnesio, que detiene y evita las convulsiones.
Si su condición es grave, es posible que haya que inducir el parto de inmediato. Frecuentemente ello se hará mediante una cesárea. Si el embarazo es prematuro, se le podrían inyectar esteroides el día antes del parto. Ello estimula el desarrollo de los pulmones de su bebé y reduce el riesgo de que este tenga dificultades para respirar.
Prevención de la preeclampsia
Si no tiene un alto riesgo de desarrollar la preeclampsia, no necesita hacer nada específico para ayudar a evitarla.
Una dosis baja diaria de aspirina podría reducir el riesgo de preeclampsia en mujeres que han tenido una preeclampsia grave en un embarazo previo, la cual provocó un nacimiento prematuro. Solo debe tomar aspirina si su médico le ha indicado que lo haga, porque ella puede causar sangrado durante el embarazo.
Los suplementos diarios de calcio de al menos 1 g podrían reducir las posibilidades de preeclampsia en mujeres con alto riesgo y en aquellas que no tienen suficiente calcio en su dieta. Solo debe tomar suplementos si su médico le ha indicado que lo haga.
Preguntas y respuestas
Respuesta
Sí. Si tuvo preeclampsia en un embarazo previo y se vuelve a embarazar, tiene un riesgo mayor de desarrollar dicha afección.
Explicación
Su riesgo de desarrollar preeclampsia durante el embarazo se eleva si usted tuvo preeclampsia en su embarazo anterior. En comparación con una mujer que no ha tenido preeclampsia, usted tiene casi ocho veces más posibilidades de desarrollar la afección. Esto variará según la persona y dependerá de varios factores, tales como en qué medida fue grave su preeclampsia antes y cuándo la desarrolló.
Si desarrolla preeclampsia de nuevo, hay posibilidades de que sea menos grave que la primera vez. Probablemente también se manifestará un poco después en su embarazo, generalmente como un par de semanas más tarde.
Si está embarazada y tuvo preeclampsia en un embarazo anterior, es muy importante que se lo diga a su partera y médico de cabecera. Asegúrese de ir a todas sus consultas prenatales y tomarse la presión arterial con regularidad. También le debe decir a su partera o médico de cabecera si algo le preocupa o tiene algún síntoma que usted piense que pueda ser causado por la preeclampsia. De esta manera, si desarrolla la preeclampsia, será detectada temprano y podrá recibir tratamiento de inmediato.
Respuesta
Es posible, pero hay poca evidencia que demuestre si algo en particular tiene algún efecto. Es importante que lleve una dieta saludable y equilibrada, que incluya al menos cinco raciones de frutas y vegetales al día.
Explicación
Se han hecho muchas investigaciones para ver si comer determinados alimentos puede afectar las posibilidades de desarrollar la preeclampsia. No obstante, en su conjunto, hay muy poca evidencia que sugiera que algún alimento en particular influye en su riesgo.
Las vitaminas C y E son antioxidantes, y se piensa que ayudan a prevenir el daño a las células del organismo. La vitamina C se encuentra en muchas frutas y vegetales, como brócoli, pimientos y frutas cítricas como las naranjas. Los aceites vegetales (por ej., aceite de oliva o de maíz), así como nueces y semillas, contienen mucha vitamina E. Comer más de estos alimentos podría reducir sus riesgos de preeclampsia, pero hasta ahora los estudios no han llegado a ninguna evidencia sólida y es necesario investigar más. Tomar suplementos de vitaminas C y E no ha demostrado que disminuya el riesgo de preeclampsia, y de hecho podría ser dañino. Ello podría aumentar su riesgo de tener un bebé de peso bajo al nacer. Solo tome los suplementos si el médico se los recomienda.
Quizás haya escuchado que mantener una dieta baja en sal o comer mucho ajo durante el embarazo podría disminuir el riesgo de preeclampsia. No hay evidencia que respalde ninguno de estos dos rumores.
Las investigaciones han demostrado que las mujeres que no ingieren suficiente calcio en su dieta pueden disminuir su riesgo de preeclampsia si toman suplementos de calcio. Esto es solo necesario si a usted le falta calcio, y no es común en las mujeres del Reino Unido a menos que sean alérgicas a los productos lácteos.
No comience a tomar suplementos dietéticos sin conversar primero con su partera o médico de cabecera, pues tomar en exceso determinadas vitaminas pudiera ser dañino para su bebé.
Respuesta
No hay suficiente evidencia que sugiera que el reposo en cama ayude a reducir el riesgo de preeclampsia, y la puede poner en riesgo de desarrollar trombosis venosa profunda. La recomendación actual es continuar con su nivel cotidiano de actividades.
Explicación
Se ha investigado muy poco si detener las actividades cotidianas y descansar varias horas al día ayuda a disminuir las posibilidades de desarrollar la preeclampsia. Algunas evidencias muestran que ello podría ayudar si usted no tiene presión arterial elevada, pero es importante recordar que la inactividad puede aumentar su riesgo de desarrollar otras afecciones como la trombosis venosa profunda. A la fecha, no se sabe si es mejor descansar o continuar con sus actividades cotidianas.
Usted debe hablar con su partera y su médico de cabecera acerca de si debe o no descansar más durante el embarazo. También es posible que descansar más de lo acostumbrado durante largos períodos afecte la vida de usted y de su familia.
Más información
Action On Pre-eclampsia
020 8427 4217
www.apec.org.uk
Fuentes
- Hypertension in pregnancy. Clinical Knowledge Summaries.
- Simon C, Everitt H, Kendrick T. Oxford Handbook of General Practice. 2nd ed. Oxford 2005: 786–87
- About pre-eclampsia. Action on pre-eclampsia. www.apec.org.uk
- Antenatal care. Routine care for the healthy pregnant woman. National Institute for Health and Clinical Excellence (NICE), www.nice.org.uk
- Eclampsia. Action on pre-eclampsia. www.apec.org.uk
- O’Reilly B, Bottomley C, Rymer J. Pocket essentials of obstetrics and gynaecology. London: Kumar P, Clark M, 2005: 246–57
- Shah AK. Pre-eclampsia and Eclampsia: Overview - eMedicine Neurology.
- Pre-eclampsia community guideline (PRECOG). Action on pre-eclampsia. Marzo de 2004. www.apec.org.uk
Esta información fue publicada por el equipo de Bupa de información sobre la salud, y está basada en fuentes acreditadas de evidencia médica. Ha sido sometida a revisión por pares, por parte de médicos de Bupa. Este contenido se presenta únicamente con fines de información general, y no remplaza la necesidad de consulta personal con un profesional de la salud calificado.
Fecha de revisión: 2021